Debilidad o parálisis en un lado del cuerpo y pérdida de sensibilidad en el lado opuesto son algunas de las secuelas del síndrome de Brown-Sequard (BSS), que es una afección neurológica poco común caracterizada por una lesión en la médula espinal.
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos (NINDS, por sus siglas en inglés) plantea que el síndrome puede ser causado por un tumor de la médula espinal, un traumatismo (como una herida punzante en el cuello o la espalda), un flujo sanguíneo inadecuado o bloqueado a través de un vaso sanguíneo hacia una parte del cuerpo, una enfermedad infecciosa como la tuberculosis o enfermedades inflamatorias como la esclerosis múltiple.
La Organización Nacional de Enfermedades Raras de Estados Unidos detalla que la persona afectada pierde el sentido del tacto, las vibraciones y/o la posición en tres dimensiones por debajo del nivel de la lesión (hemiparesia o paresia asimétrica).
La pérdida sensorial es particularmente fuerte en el mismo lado (ipsilateral) que la lesión en la columna, y va acompañada de una pérdida de la sensación de dolor y de temperatura (hipalgesia) en el lado del cuerpo opuesto a donde se sufrió la lesión.
Opciones de tratamiento
No existe un tratamiento específico para las personas con síndrome de Brown-Séquard. En la mayoría de los casos, este se centra en la causa subyacente del trastorno y puede incluir medicamentos que controlen los síntomas musculares.
Además, son importantes los dispositivos como aparatos ortopédicos, divisiones de manos, soportes para las extremidades o una silla de ruedas. Es posible que se necesiten otras ayudas si el paciente tiene dificultad para respirar o tragar.
Cleveland Clinic señala que hay dos etapas en la terapia para el síndrome de Brown-Séquard. El primero es el tratamiento inicial, que busca preservar o mejorar la función motora y sensorial, prevenir lesiones secundarias y minimizar las complicaciones.
Rehabilitación
Después de la atención inicial, la rehabilitación en forma de kinesiología y terapia ocupacional debe comenzar lo antes posible para mejorar y/o recuperar la función motora.
Los objetivos de la terapia física incluyen:
- Mantener la fuerza en músculos neurológicamente intactos.
- Mantener el rango de movimiento en las articulaciones.
- Prevenir la rotura de la piel mediante la posición adecuada y el cambio de peso.
- Mejorar la movilidad.
La kinesiología implica ejercicios para aliviar el dolor y ayudar al paciente a funcionar y moverse. Es posible que incluya dispositivos o aparatos que contribuyan a continuar con sus actividades diarias.
A su vez, la terapia ocupacional incluye terapias y ejercicios que ayudan a las personas a recuperar la independencia en todos los ámbitos de su vida después de un problema físico o neurológico. Durante la terapia ocupacional para el síndrome de Brown-Séquard, la persona afectada desarrollará nuevas técnicas, con o sin el uso de equipo de adaptación, para tareas cotidianas como higiene y arreglo personal, comer y vestirse.
La terapia de TRAINFES
Los daños producto de lesiones en la médula espinal afectan la fortaleza, la sensibilidad y otras funciones del cuerpo.
Una rehabilitación global optimiza el tratamiento indicado para cada persona de acuerdo a la lesión de médula que presente. En el caso de TRAINFES, un equipo multidisciplinario conformado por médicos fisiatras, kinesiólogos y terapeutas ocupacionales, entre otros, determina un programa de rehabilitación para cada paciente y lo acompaña durante el proceso.
El proceso consta de:
- Evaluación con médico fisiatra.
- Evaluación con kinesiólogo de neurorrehabilitación.
- Evaluación de kinesiología piso pélvico.
- Sesiones de seguimiento de kinesiología neurológica, piso pélvico y terapia ocupacional.
- Asesoría en rehabilitación con el objetivo de brindar apoyo y de optimizar el proceso de rehabilitación global de cada usuario.
- Acompañamiento constante y asistencia sobre la aplicación y usabilidad del equipo, como también de las sesiones de entrenamiento.
Tecnologías como la electroestimulación funcional (FES, por sus siglas en inglés), un dispositivo móvil para su aplicación y la posibilidad de monitoreo a través del smartphone facilitan que el paciente lleve adelante el entrenamiento, ya sea presencial o en casa, para lograr el máximo potencial de recuperación.
Evidencia: el aporte de la electroestimulación funcional
Una revisión del tratamiento de estimulación eléctrica funcional en la lesión de la médula espinal, que analizó 13 informes y evaluó cómo la FES puede complementar los planes de rehabilitación, estableció su aporte a la fuerza de las extremidades superiores e inferiores y la función cardiopulmonar.
La conclusión del estudio fue que, en general, la electroestimulación funcional es útil para mejorar la respiración, la circulación, la fuerza de las manos, la movilidad y el metabolismo después de una lesión medular.
Recuperar movilidad y volver a caminar
Con una amplia experiencia en rehabilitación y más de mil personas tratadas con su metodología, que incluye la tecnología, el entrenamiento y la guía permanente de los profesionales médicos, TRAINFES cuenta con variados casos de personas que recuperaron parte de la movilidad perdida o volvieron a caminar, pese a que los diagnósticos iniciales planteaban lo contrario.
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